Además, en la primera cita todo son nervios y nadie se comporta como es, porque, no nos engañemos, en la primera cita todos queremos sorprender y parecer "perfectos". Puede que en la segunda también, a nadie nos gusta mostrar nuestros defectos tan pronto, aunque a mí me parece, hasta cierto punto, enternecedor mostrar nuestras cosas no tan buenas... Al fin y al cabo, aunque pretendamos serlo, nadie es perfecto.
Y para terminar, la segunda cita viene a ser como la confirmación de que todo va bien, o no... Porque si hay una tercera, quiere decir que las cosas van viento en popa y que, quizás, hayamos encontrado a nuestro príncipe o princesa azul, verde o el color que más les guste.
Este post se lo quiero dedicar a Alba, una de mis mejores amigas, que siempre me entiende en temas de amor... Va por ti, cuchi, para que vivas tu segunda cita perfecta.
Es raro que llegues a la segunda, porque cuesta lo suyo. En la primera sueles descubrir lo que no quieres ver y te decepcionas, solo que si no eres tan exigente y te importa la otra persona por lo que ves en ella, apuestas a una nueva velada. Obviamente, lo mismo a la inversa con la otra persona xDDD
ResponderEliminarÚltimamente la gente no busca a una sola persona, tras el primer encuentro parece salirles un afán "coleccionista" o de "relaciones públicas", en el aspecto de que quieren probar toda la pastelería antes de elegir un pastel... en mi pueblo se llama promiscuidad aunque otros lo llamen "elegir con criterio".
Saliendo del bochornoso tema que mencioné, mis disculpas, la segunda cita es hasta podría decirse, más crucial que la primera, has pasado a la siguiente fase (?), pero debes esforzarte en seguir siendo tu mismo y mostrar más de ti, para no aburrir o mantener su interés. Visto asi, parecemos ganado (?) al mejor postor... Ya me vale las comparaciones que estoy sacando...
Pero bueno, resumiendo... las segundas citas son el claro ejemplo de que hay amor en el mundo, es el previo paso de la esperanza al mismo, las ilusiones empiezan a engordar y los sueños a acercarse a la realidad... y si, el mundo deja de ir tan deprisa, para dejar que te pongas de puntillas y toques el cielo con tus dedos... es la dirección correcta, lo sabes y esperas que no fracase, deseas que la luz caiga sobre ti y que la gracia te haga afortunado.