martes, 30 de abril de 2013

Final y principio

“¿Cómo alguien que fue tan importante en tu vida ahora no es nada?” Una pregunta parecida a esa me hizo una amiga esta mañana. Si alguien tiene la respuesta, que me la diga… Porque yo, por más que la busco, no la encuentro.

¿Estamos preparados para sacar definitivamente a personas de nuestras vidas?

Supongo que la respuesta es que sí. En mayor o menor medida, cuando decidimos hacer algo tan radical, es porque algo muy grave ha tenido que pasar… Pero, ¿realmente estamos preparados?
Siempre he pensado que cuando alguien se convierte en parte fundamental de tu vida, nunca imaginas que algún día se pueda ir, o que tú decidas echarlo…

Aunque, a fin de cuentas, todo en esta vida tiene su final. Y todo final tiene su principio. Pues vamos a quedarnos con eso. Con el principio de algo que puede ser no solo diferente, sino mejor.

martes, 23 de abril de 2013

Acto reflejo

Siempre he escuchado decir a la gente, y yo mismo lo he pensado muchas veces, que siempre nos decepcionan esas personas de las que esperamos algo… Pero es lo normal, ¿no? Alguien del que no esperamos nada, no nos puede decepcionar.
Por lo tanto, ¿la solución sería no esperar nada de nadie? Eso, bajo mi punto de vista, es algo imposible. Desde el segundo uno que empezamos a querer a alguien, desde ese mismo segundo, empezamos a desear que también nos quiera, que seamos importante para esa persona. No podemos evitar esperar algo de alguien al que queremos. Podría decirse que es el mayor acto reflejo del corazón, no podemos controlarlo. Por ello, si no podemos controlarlo, tampoco podemos evitarlo.

La única esperanza que nos queda es esperar que esa persona, que empezamos a querer o necesitar, sienta lo mismo por nosotros en algún momento. Lo malo llega cuando te cansas de esperar, esperar, esperar, y nunca llega…


Y la desidia lo mata todo, incluso el amor.

miércoles, 17 de abril de 2013

La idea del amor

Aunque muchos no lo crean, soy un romántico empedernido. Antes más que ahora, también es cierto. Supongo que los golpes te hacen cambiar el romanticismo por la desconfianza. Seguro que muchos saben de lo que estoy hablando... Por ello, tengo una idea del amor bastante romántica y azucarada.

Pero hablando del tema de esta entrada, ¿nos enamoramos de una persona o de la idea que tiene cada uno del amor? Muchas veces me pongo a pensar en lo que busco de un chico, y la forma de conocernos, de amarnos, de ilusionarnos... Suena de loco, pero espero no ser el único que se monta películas (Disney) en la cabeza... Quiero decir, con todos estos pensamientos, estoy proyectando sobre otra persona MI idea del amor, no dejo espacio a la idea que el otro tiene de ello...
Por lo tanto, ¿doy cabida a la otra persona o estoy tan ilusionado por conseguir mi idea del amor perfecta que me pierdo en mí mismo? Por suerte, en las pocas veces que me he enamorado, pero enamorado de verdad, mi idea del amor se complementa con ese "chico fabuloso".

Porque, al fin y al cabo, cuando dos personas se conocen y se complementan, supongo que ambas ideas del amor se funden en una... Y da lugar a lo que se conoce como el AMOR. Sí, amor en mayúsculas.

jueves, 11 de abril de 2013

Ilusión

En temas de amor, ¿qué importancia tiene la ilusión? Siempre la he visto como el paso previo al enamoramiento, ¿o es ya parte del enamoramiento en sí? Supongo que como muchas cosas en esta vida, la línea que separa ambas cosas es tan delgada, que muchas veces se confunde.


¿Puede existir enamoramiento sin ilusión? Bajo mi punto de vista, NUNCA. La ilusión, en el amor, es como el aire para el ser humano. Imprescindible. Sin ilusión no hay amor, ¿o era al revés?


La ilusión y el amor van unidos. No puede existir una cosa sin la otra. No nos imaginamos ir a París y no visitar la Torre Eiffel o ir a Berlín y no ir a la Puerta de Brandeburgo. Pues en este caso es lo mismo, yo no me imagino el amor sin ilusión.

Pero, claro, como todo en esta vida, tiene una parte mala. Detrás de cada ilusión, viene la desilusión.


Tarde o temprano.

domingo, 7 de abril de 2013

¿Qué haces cuando un chico te dice "no quiero que te pilles por mí"?

Alguien me dijo anoche que escribiera sobre eso. Y yo, que soy un mandado, lo hago. Cada persona reaccionará de una manera, es evidente, pero supongo que dentro de eso, habrán dos grandes grupos: los que lo acepten y se retiren o los que decidan luchar por esa persona.

Ahora bien, ¿vale la pena luchar por alguien que te dice algo así? Cada historia es diferente y el motivo por el que alguien te puede decir algo así puede ir desde el simple hecho de que no le gustas hasta que la otra persona siente miedo de enamorarse. Cada uno deberá decidir cuál es la opción correcta y actuar en función de eso.
¿Es cobardía aceptarlo y retirarse? No lo creo. Simplemente hay personas que aceptan un “no”. Porque, seamos sinceros, llega un punto en el que todos nos cansamos de ir detrás de alguien… Y siempre el resultado suele ser el mismo: chocar con una pared. Porque esto no es Disney, aquí no todas las historias de amor acaban bien, ni mucho menos.

A veces, lo único que nos queda es respirar y aceptar que, como dice el refrán: “Hay más peces en el mar”. ¿Y qué hago si no me gustan los peces? Pues sigue nadando, sigue nadando (*guiño guiño*), y encontrarás a otro pez que encaje contigo y nade a tu lado. Algo así como el símbolo de “mi queridísimo Piscis”, dos peces unidos para siempre. Uno al lado del otro. En perfecta armonía.

Para terminar, solo voy a decir una cosa:
Que alguien te mande a paseo puede ser doloroso, pero tampoco es el fin del mundo.

jueves, 4 de abril de 2013

El sexo

Creo que todos estamos de acuerdo en que el sexo, en una relación, es vital. Ya no hablo de un instinto básico, ni de follar por follar. Hablo del encuentro entre dos personas, el encuentro más íntimo que puede existir.
No obstante, es cuando, literalmente, estamos dentro de otra persona. ¿Y puede haber algo más íntimo que eso? Quiero respuestas.

Esta entrada no va dirigida al sexo por sexo, va dirigidad al sexo con amor. Ese encuentro único, especial e irrepetible. Piel a piel, beso a beso, roce a roce con la persona que quieres. Y sentir que, en ese momento, es cierto eso de los que todos hablan: "sentir que dos personas se funden en una".

Por lo tanto, yo me planteo, ¿qué importancia tiene el sexo en una relación? ¿Puede funcionar una relación de pareja si el sexo es malo o nulo? Supongo que los que me lean en Twitter o Facebook ya saben cual es mi opinión acerca de este tema. Pero lo resumo, el sexo es una parte fundamental de una relación de pareja. Puede que esté siendo simplista o que esté concediendo una importancia al sexo desorbitada, pero, en mi opinión,  creo que una relación de pareja sin sexo, es imposible. Quizás dentro de cinco años cambie de idea. O no.

Para acabar, pongo algo que leí en el libro 'La Hija del Caníbal', de Rosa Montero: "El cielo, si es que existe, debe ser un instante de sexo congelado. Hablo del sexo con amor, del apasionado encuentro con el otro. Si el sexo fuera una cuestión puramente carnal, no necesitaríamos a nadie: quién nos iba a atender mejor en nuestras necesidades que nuestra propia mano, quién nos iba a conocer y querer más que esos cinco deditos aplicados. Si el onanismo no nos es suficiente es porque el sexo es otra cosa. Es salir de ti mismo. Es detener el tiempo. El sexo es un acto sobrehumano: la única ocasión en la que vencemos a la muerte. Fundidos con el otro y con el Todo, somos por un instante eternos e infinitos, polvo de estrellas y pata de cangrejo, magma incandescente y grano de azúcar. El cielo, si es que existe, sólo puede ser eso".

lunes, 1 de abril de 2013

¿Qué es la amistad?

Según la RAE, la amistad es: “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”.

Una definición bastante bonita, pero un poco fría, en mi opinión. Supongo que cada persona tendrá su propia definición de amistad. Y eso es lo genial, cada uno vive las cosas a su manera, y de ahí nace que cada uno vea la amistad de una manera diferente al resto.

¿Qué es la amistad? Evidentemente, yo también tengo mi propia definición de amistad o, más bien, lo que busco en un amigo. Pero desde hace unos años, cuando me hacen esa pregunta, siempre respondo con algo que me pasó hace tiempo...

Hace tres años, a los pocos de días dejarlo con mi novio, y tras vivir una relación muy tormentosa, de esas que Corín Tellado te escribiría una telenovela, yo estaba MUY mal. Llorando por las esquinas, escuchando música triste y todo el día en pijama. Recuerdo que eran las dos de la mañana y estaba llorando, fatal, y hablé con mi mejor amigo y le dije que andaba mal. ¿Qué hizo él? Fue a buscarme en su coche, a mi casa, para que diéramos una vuelta. Llegamos a un parking en Costa Teguise (una zona turística de Lanzarote), enfrente hay una playa y allí, sacó una tarrina de helado Häagen-Dazs y dos cucharas. Estuvimos hablando durante una hora, tampoco lo recuerdo, mientras devorábamos la tarrida de helado...

Y eso, señores, es la amistad para mí. Creo que no tengo que decir nada más.

Ah, no hace falta decir que subí a su coche en pijama y calcetines.

Te quiero, F.