domingo, 7 de abril de 2013

¿Qué haces cuando un chico te dice "no quiero que te pilles por mí"?

Alguien me dijo anoche que escribiera sobre eso. Y yo, que soy un mandado, lo hago. Cada persona reaccionará de una manera, es evidente, pero supongo que dentro de eso, habrán dos grandes grupos: los que lo acepten y se retiren o los que decidan luchar por esa persona.

Ahora bien, ¿vale la pena luchar por alguien que te dice algo así? Cada historia es diferente y el motivo por el que alguien te puede decir algo así puede ir desde el simple hecho de que no le gustas hasta que la otra persona siente miedo de enamorarse. Cada uno deberá decidir cuál es la opción correcta y actuar en función de eso.
¿Es cobardía aceptarlo y retirarse? No lo creo. Simplemente hay personas que aceptan un “no”. Porque, seamos sinceros, llega un punto en el que todos nos cansamos de ir detrás de alguien… Y siempre el resultado suele ser el mismo: chocar con una pared. Porque esto no es Disney, aquí no todas las historias de amor acaban bien, ni mucho menos.

A veces, lo único que nos queda es respirar y aceptar que, como dice el refrán: “Hay más peces en el mar”. ¿Y qué hago si no me gustan los peces? Pues sigue nadando, sigue nadando (*guiño guiño*), y encontrarás a otro pez que encaje contigo y nade a tu lado. Algo así como el símbolo de “mi queridísimo Piscis”, dos peces unidos para siempre. Uno al lado del otro. En perfecta armonía.

Para terminar, solo voy a decir una cosa:
Que alguien te mande a paseo puede ser doloroso, pero tampoco es el fin del mundo.

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