No piensen que los gais somos unos viciosos ni que solo buscamos follar por follar. ¡NO! Los gais también buscamos el amor, ese amor bonito que nos haga ilusionarnos.
Y es que, en ocasiones, vivimos a base de expectativas que no tienen porque cumplirse. ¡Vivamos el presente y lo que realmente nos está pasando! No permitamos que las fantasías nos alejen de eso tan bonito que no está ocurriendo. Dejemos a un lado esas expectativas desorbitadas y dejemos que nuestra mente vuele en otros territorios, por ejemplo, en descubrir nuevas posturas en la cama. Ah, y el sexo siempre es diferente cuando se empieza a tenerlo con alguien nuevo. Podríamos decir que somos vírgenes cuando nos acostamos con alguien por primera vez, aunque antes hayan pasado otras personas por nuestra cama. El sexo nunca es igual.
Dejemos de soñar con príncipes azules y soñemos con ranas que sepan besar. Dejemos de pensar que el amor perfecto existe, porque no es así. El amor es imperfecto y eso es lo que lo hace jodidamente especial. Disfrutemos de él.
Y el amor no es solo estar con tu pareja. El amor es quedar con tus amigos o con tus familiares. El amor es sacar a pasear a tu perro y dejarle dormir contigo.
El amor puede acabar y volver a empezar. Sí, como lo leen, aunque estemos enamorados de alguien y la cosa se termine, con el tiempo, podemos volver a enamorarnos e ilusionarnos y volver a soñar. Y vivir todos esos momentos bonitos e inolvidables.
Los momentos del amor.
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