Tercera entrada del tema "Gilipollas". Hoy voy a hablar de los gilipollas taurinos. Antes que nada, perdón si ofendo a alguien, pero encuentro inconcebible que se llame cultura a algo tan bajo como sea matar toros, y encima, drogados. Porque los toreros son tan cobardes que no tienen el valor de salir al ruedo a enfrentarse al toro en igualdad de condiciones, no, porque, quizás, sepan que van a perder.
¿Qué mal han hecho los toros para sufrir una agonía así? No es solo que los maten, es todo el ensañamiento, el sufrimiento, la agonía a los que son sometidos. No nos engañemos, señores, esto no es cultura, es una barbarie.
Los toros me hacen recordar a la Antigua Roma, cuando los gladiadores luchaban contra otro o peleaban contra alguna bestia. Pobres infelices que solo habían nacido para divertir mediante su muerte a los poderosos. ¡BASTA YA! Los toros son seres vivos, que sufren, que padecen...
Detesto cualquier maltrato, cualquiera, y éste me parece de los más crueles que hay. Seamos racionales, seamos personas, no nos convirtamos en bestias. ¿Qué nos diferencia de otros animales disfrutando de esta carnicería? ¿QUÉ?
Solo son animales indefensos en manos del animal más peligroso que existe: el ser humano.
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