viernes, 26 de julio de 2013

Verano

Nos imaginábamos un verano diferente, único y especial. Y fue diferente, único y especial a su manera, quizás no de la forma que esperábamos, pero el verano, al fin y al cabo, es el verano.

No hace falta esperar a que finalice para saber que hemos cambiado, todos evolucionamos, está en nuestro ADN, y no es algo malo, al contrario. Lo malo llega cuando esos cambios quizás no sean los mejores, o si lo son, pero hay gente que cambia con las personas equivocadas. Porque no nos engañemos, todos, en ciertas ocasiones, hemos metido a la gente de nuestro alrededor en el mismo saco, y eso no solo es malo, sino peligroso. Podemos perder a personas que queremos que permanezcan a nuestro lado.






Evolucionar es bueno, sí, pero siempre que no dejemos en el camino a personas que realmente les importamos.

1 comentario:

  1. Desde mediados de agosto en adelante, en lugar de disfrutar lo que queda de verano, me lo paso jodido pensando que se acaba. Y no creo ser el único...

    Todos tenemos demasiadas expectativas en las vacaciones, y está claro que en mayor o menor grado nos sentiremos decepcionados... pero no por ello debemos entristecernos, cada verano tiene su significado y lo vivido queda en ti para el otoño y el invierno que se aproximan...

    No puedes ser tan autoexigente y pedir el mejor verano, incluso el más envidiable respecto a los que te rodean, porque de ser así... ¿qué esperarás de los próximos? La estación llama al descanso, al parón (o suele, vamos...) porque el otoño ya se encargará de meternos de lleno en la melancolía... Y sol, morenazos, ruptura de horarios cotidianos, amores vacacionales, alegría visual (?).. una distracción, eso sobre todo, y luego, pues agradecer lo que te hayas llevado y a esperar al próximo, que ojala sea tan bueno como éste... mejor así que ser un asco, no pidamos tampoco peras al olmo...

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